San Vicente nació en Huesca y fue diácono en Zaragoza donde fue perseguido en defensa de su fe, en tiempos de Diocleciano. Encarcelado y trasladado a Valencia, recibió largo y variado martirio, hasta en una rueda de molino. Murió ejemplarmente el 22 de enero del año 304.

Célebre pronto en todo el mundo cristiano, lo acogieron los valencianos y zaragozanos con gran devoción y extendieron su rezo por donde pasaban. Por ello es fácil que fuesen valencianos los que trajeran la figura del santo a Molina en el siglo XIII. Hay referencias que citan la presencia de una imagen de San Vicente en Molina en el año 1325. Una devota del santo, dejó en testamento unas humildes mandas a los santos de la iglesia parroquial de Santa María, entre ellos a San Vicente.

Aquella Iglesia, que debió ser transformación de la vieja mezquita musulmana, estaba ubicada en terrenos del castillo. Dispuso de cuatro capillas con altar, estando una de ellas dedicadas a San Vicente. Durante un cierto periodo la Compañía de Jesús tuvo a su cargo el cuidado de la capilla de San Vicente, así como la administración de sus tierras, cada vez más numerosas.

Conserva la Iglesia una reliquia, un dedo del santo, al parecer traída a mitad del siglo XVII por un jesuita, lo que afianzó la devoción molinense al santo, que lo trató como su patrón celebrando solemnes fiestas y procesión.

Pero su devoción fue decayendo en beneficio de Ntra. Sra. de la Consolación y del festejo a San Antón, próximo en los días. En 1936 se quemó el retablo y la imagen de San Vicente. En el 43 el escultor murciano Clemente Cantos realizó la de vestir, y Joaquín García pintó la perspectiva simulando un retablo, recientemente anulado.

Hacia 1970 San Vicente Mártir desapareció como fiesta local, pasando a ser considerado como el patrón de la Policía Municipal. Actualmente son muchos los esfuerzos que se están realizando para recuperar la festividad de San Vicente: titular de la nueva parroquia, una plaza con su nombre, los municipales lo llevan a hombros, las autoridades asisten el día de su fiesta a los actos religiosos, etc.

La Iglesia de San Vicente mártir, patrón de la villa desde el siglo XVI, de nueva planta, funcional y sencilla, en la línea que modernamente se da a este tipo de edificios. Consagrada el día 28 de febrero de 1997 por el obispo Javier Azagra. Está situada dentro de la villa, junto a la estación de autobuses. Sus tracistas han sido Francisco Marín Hernández y Juan Gómez Acosta. (VER CALLEJERO) De ella sale la procesión del Domingo de Ramos o de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Sale a las seis y media de la tarde.

Artículo: Antonio de los Reyes

Fuente: http://www.murciaregion.es